Revista Grao

1889 - Piedras centenarias


A consecuencia de los trabajos llevados a cabo por la Junta de Obras del Puerto, o como ahora se llame, para la remodelación de todo el muelle de costa, para convertirlo en zona de esparcimiento y disfrute del pueblo, luego de haber terminado las oportunas obras de los chiringuitos en el solar correspondiente a la antigua Escala Real, obras éstas que han contado con el beneplácito del público, tanto de nuestro Castellón como de las muchas gentes que las visitan provenientes de los más dispares lugares de origen, establecimientos que disfrutan de la asistencia de clientes, tanto en los días plácidos del invierno, como en cualquier día de las otras estaciones. Obras que se prolongan con la construcción de un bonito y simpático jardín anejo a estas instalaciones, para disfrute de niños y mayores, al proseguir con la serie de obras previstas para la renovación del muelle costero en zona lúdica, al comenzar la cimentación para unas nuevas obras, al norte de las anteriores, aparecieron unas piedras de sillería en forma semicircular escalonada, que al principio de ser descubiertas, fueron motivo de diversas y diferentes explicaciones, (desde si se trataba de la Torre de vigía, construida allá por los años 1571, a resultas de la visita que en el año 1562, el día 26 de agosto, había mandado S.M. el Rey D. Felipe II, al ingeniero D. Juan B. Antonelli), hasta otras historias de variado tema.

Hechas las oportunas averiguaciones y consultados planos referentes a nuestras playas y diferentes estados de la iniciación de nuestro puerto, se puede llegar a establecer, con bastante aproximación, los datos que corresponden a la construcción de dicha base, que no es, ni tenía más finalidad, que de servir de soporte al Pantalán o muelle de hierro instalado en nuestra playa (mientras se va construyendo el Puerto), para poder cargar en el extremo de la plataforma del mismo, las mercancías que llegaban al Grao, a través del ferrocarril de Onda al Grao y ser embarcadas, repito, sobre barcazas (conocidas con el nombre de “mulas”), impulsadas a remo, desde el pantalán hasta los barcos o pailebotes situados en lo que había de ser el centro de nuestro incipiente puerto.

Se puede apreciar en este plano, fechado el día 8 de diciembre de 1881, que en toda la línea de la playa, no aparece ningún indicio de dichas piedras en las proximidades del faro y casa del farero, detalle que ya se puede advertir en el plano siguiente, fechado en el año 1900, donde se advierte la colocación y situación de la base del pantalán, en el lugar donde ha sido descubierto actualmente.

En este plano, observamos todos los detalles necesarios para la consecución y construcción del pantalán, con detalle del trayecto de las vías para el ferrocarril, así como los muros de contención alrededor de la base del muelle metálico y de la casa del farero. En el mismo, aparecen las cotas del límite de la costa, en abril de 1891, en octubre de 1893 y en la “actualidad”, que se refería al año 1904. Dada la cantidad de datos, cotas y coordenadas del presente plano, se supone fue el definitivo para la construcción del muelle metálico.

Por R.O. de fecha 1 de junio de 1889, se tiene a bien otorgar a D. Mateo Vila Tarazona, la oportuna autorización para construir en el Grao de Castellón, un muelle embarcadero del sistema de celosía, para uso público. “Se dará principio a las obras en el plazo de seis meses, y se terminarán en el plazo de dos años, contados uno y otro, desde la publicación en la Gaceta de Madrid, de la orden de autorización, a Don Mateo Vila Tarazona”.
“Se transfirió, en primera instancia a favor de D. José Vilarrasa y posteriormente a D. José Gallifa, prorrogado condicionalmente por R.O. de 26 de junio de 1920, con el objeto de destruir el embarcadero en cuestión, haciendo desaparecer el peligro que constituye por su mal estado y dejando libre la zona que ocupa, para el avance de las obras del Puerto”.
El día 30 de junio de 1922, se dio por finalizado su servicio, una vez desmontadas sus partes útiles del muelle.

Para que no haya duda respecto de la situación y función de este hallazgo, me permito adjuntar una fotografía panorámica de la calle de Buenavista, con el pantalán al completo, y en el centro de dicha fotografía se aprecia un cuadrado que, ampliado éste, se ve con todo lujo de detalles la construcción aparecida, cuando estaba en pleno auge y funcionalidad.
Esta fotografía esta situada alrededor de 1913, cuando aun faltaban nueve años para su demolición.

Respecto a la Torre Vieja, que se suponía que eran estas piedras, Torre destinada a la vigilancia de la costa, y protección contra los Moriscos y Bandoleros que por aquellas fechas poblaban nuestras costas, torre sita en nuestra playa, que estaba “Entre la olla de Benicassim y la otra torre situada en la desembocadura del río Mijares”, dicha Torre se encontraba en los años cincuenta, dentro de la dársena del puerto, frente al Club Náutico, dirección Este, a unos trescientos metros de distancia, hacia la bocana del puerto y a unos cincuenta metros de la escollera del citado Club Náutico, según se puede apreciar en el plano que se muestra, del año 1871. Esta Torre, o mejor dicho, los restos de la misma, se podían apreciar por los que entonces nos bañábamos en aquellas aguas, ya que se podían ver y tocar, buceando en aquella profundidad que no excedía de los 2,50 metros aproximadamente. Restos que fueron dinamitados posteriormente al ser peligrosos por el tránsito de embarcaciones de un mayor calado.
La existencia de esa "torre vella" ya se aprecia en el detalle del boceto del nuevo puerto, fechado en 1871, que quedaba en el centro de la escollera de poniente y que por sus razones, al llevarlo a la realidad, se desplazó de forma que los restos de la torre quedaron dentro de la dársena portuaria.

Por tanto espero haber contribuido a aclarar, si es que existían, las posibles dudas acerca del origen y destino de las piedras del muelle de costa.
Esta es tal cual, la redacción que en su día hice respecto de las piedras de la base del pantalán metálico de nuestro puerto. Pasado el tiempo, debo aclarar que aquellas piedras sirvieron como base y vaso de la nueva fuente que, con motivo del centenario del puerto, se construyó a la entrada del mismo, aunque no hubiese estado de más, poner una placa exlicativa del origen y procedencia de aquel material. De todas formas aun estamos a tiempo de subsanar este pequeño detalle; espero que el responsable de esa área cultural del puerto recoja esta iniciativa, por lo que le doy mis gracias anticipadas.
eSeferrer
Texto y fotos, originales de: Sergio Ferrer de Almenara.
Planos facilitados por la J.O.P de Castellón.-

1 comentario:

  1. Desde luego los que tenemos 70 largos, no dejamos de sentir una cierta morriña al leer estas crónicas.

    De acuerdo con que la JUNTA DE OBRAS DEL PUERTO, o como se llame ahora, tiene la obligación de ilustrar a las nuevas generaciones .

    Saludos y animo

    Gerardo

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